El ministro de Economía, Martín Guzmán, indicó que el rechazo de los acreedores
a la propuesta de la renegociación de la deuda externa que el gobierno realizó
era esperable, al mismo tiempo que anticipó que no se realizará una nueva oferta.
“La realidad es que no nos pusimos de acuerdo” dijo Guzmán al indicar que
la oferta es la que está vigente. “La otra parte presiona para que Argentina
ofrezca más pero no se puede, no es sostenible”, afirmó el funcionario en una
entrevista a “El Destape Radio”.
Tras el rechazo de los fondos acreedores a la propuesta de pago del
gobierno, el ministro indicó – tal como ya había adelantado el presidente
Alberto Fernández la semana pasada – que “Argentina está en una situación de
virtual default” y que está sufriendo las consecuencias negativas de estar en
una cesación de pagos.
En la entrevista el funcionario explicó que los acreedores dicen que
“Argentina debería profundizar el esquema de austeridad fiscal y que eso va a
generar confianza en ellos, por lo que se le va a permitir a Argentina acceder a
un financiamiento más barato”. Sin embargo, Guzmán sostuvo que eso nunca
ocurre y que “bajo ningún punto de vista vamos a darle continuidad a ese
camino”.
Tres de los mayores grupos de tenedores de los títulos argentinos
rechazaron la propuesta del país para reestructurar decenas de miles de
millones de dólares en deuda externa, aumentando la probabilidad de que el
país entre en default en el inicio del próximo mes.
Un grupo ad-hoc compuesto por algunos de los mayores gestores de dinero del
mundo, incluyendo a BlackRock, dijo que la oferta busca “colocar una cuota
desproporcional de los esfuerzos de los tenedores de títulos internacionales”.
El viernes, Argentina presentó una propuesta de canje de US$ 65 mil
millones en títulos extranjeros en nueva deuda a tasas de interés más bajas y
fechas de vencimiento posteriores, en un intento de evitar otro default
doloroso. La oferta incluye más de US$ 40 mil millones en alivio de deuda,
principalmente por la reducción de los pagos de interés e incluye una
moratoria de tres años en los pagos de deuda externa, con un cupón medio de
2,33% una vez que los pagos de intereses fueran retomados.