El ministro de Economía, Martín Guzmán, participó en una reunión virtual del G-24, que nuclea a los países
en vías de desarrollo y la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT) y pidió la aplicación de un impuesto global de hasta un 25% para empresas multinacionales en el contexto de la pandemia por coronavirus.
“Una tasa del 21% sería mejor, una del 25%, aún mejor”, afirmó Guzmán, tras explicar que las desigualdades y las asimetrías entre los países se profundizaron durante la crisis sanitaria. El titular del Palacio de Hacienda
explicó que la tasa del 15% es demasiado baja y que la tasa mínima será de hecho la tasa máxima que sea posible.
Guzmán advirtió que “nos enfrentamos a un gran riesgo de que aumenten las desigualdades” y desatacó la necesidad de establecer “una fórmula que se base en un número de variables”. En esta línea, el Ministro resaltó que
“existe un riesgo sustancial de que los países en desarrollo obtengan muy bajos ingresos, por lo que necesitamos luchar contra los grupos de presión”.
Además, al ser consultado sobre los desafíos que han tenido estos países para que sus necesidades e intereses se reflejen en estos acuerdos, el Ministro explicó que “esto responde simplemente a una cuestión de relaciones de
poder, por eso es tan importante que los países en desarrollo se unan”.
De esta forma, el Ministro indicó que “necesitamos resolver problemas en la tributación internacional” y aclaró que “si se logra un compromiso multilateral será imperativo para Argentina encontrar una forma razonable de considerar la aplicación de medidas tributarias unilaterales”.
