El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, usó su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas para decir que Brasil es un país abierto a inversiones y reforzó consignas de su gobierno que son populares junto a su base más fiel de lectores – como el
combate a corrupción y al socialismo y la defensa de la existencia de un “tratamiento temprano” contra covid-19.
“Vengo acá mostrar un Brasil diferente que publica los periódicos o visto en televisiones”, afirmó Bolsonaro en el inicio de su discurso. “Brasil cambió mucho después que asumimos el gobierno en enero de 2019. Estamos hace dos años y ocho meses sin cualquier caso concreto de corrupción, el Brasil tiene presidente que cree en Dios, respeta la Constitución, valora la familia y debe lealtad a su pueblo. Eso es mucho”, agregó.
“Es una sólida base de llevar en cuenta que estábamos al borde del socialismo. Nuestras estatales daban pérdidas millonarias, hoy son hay ganancias. Nuestros bancos de desarrollo eran usados para financiar obras en países comunistas, sin garantías”, afirmó.
Por otro lado, Bolsonaro cobró que los países más ricos se comprometan financieramente con el combate a los cambios climáticos pagando por su preservación del medio ambiente vía créditos de carbono.
“Por ocasión de COP-26, buscaremos consenso sobre las reglas del mercado de crédito de carbono global. Esperamos que los países industrializados cumplan efectivamente sus compromisos con el financiamiento de clima en volúmenes relevantes”, afirmó él en su discurso.