Las perspectivas económicas de Argentina subieron a 8% para el 2021, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y luego de que el anterior pronóstico fuera de 7,6%. En tanto, se espera un crecimiento de 2,5% en 2022, frente a anterior previsión de 1,9%, y de 2,3% en 2023.
El informe destaca que las mejoras en el país se deben a un descenso de infecciones por coronavirus y la aceleración de las tasas de vacunación. “El consumo privado y la inversión han sido vigorosos, mientras que los altos precios de las materias primas han impulsado las exportaciones, de tal modo que la balanza por cuenta corriente ha pasado a registrar superávit”, destaca el organismo.
De todas formas, advierte sobre la continuidad de la alta inflación por la asistencia al déficit fiscal y a la caída en las reservas de divisas. Por otra parte, observan un 40% de pobreza en la población y una suba de empleo informal.
La OCDE recomienda al país que realice un ajuste fiscal para corregir los desequilibrios macroeconómicos, y trazar un sendero a medio plazo de sostenibilidad. “La eficiencia del gasto público podría mejorarse, incluso reduciendo el empleo público y las subvenciones, preservando en todo momento un gasto social debidamente orientado. La política monetaria debería retirar su apoyo y actuar de forma más decidida para reducir la inflación, que afecta de forma desproporcionada a los hogares de renta baja”, advierten.
Por el lado global, la OCDE advirtió que el principal riesgo para una perspectiva económica global optimista es la persistencia de la presión inflacionaria actual. Así, se espera que el crecimiento global alcance el 5,6% este año, antes de moderarse al 4,5% en 2022 y al 3,2% en 2023. El pronóstico anterior indicaba un crecimiento del 5,7% para 2021, pero el pronóstico para 2022 se mantuvo igual.
La economía mundial se está recuperando con fuerza a medida que las empresas luchan con el aumento de la demanda, lo que hace que la inflación se dispare a medida que surgen cuellos de botella en las cadenas de suministro mundiales.
“En ese contexto, lo mejor que pueden hacer los bancos centrales ahora es esperar a que se alivien las tensiones de suministro y señalar que actuarán si es necesario”, dijo la OCDE.
Para Estados Unidos, la OCDE predijo que la economía más grande del mundo crecerá un 5,6% este año, un 3,7% en 2022 y un 2,4% en 2023, en comparación con las proyecciones anteriores de 6,0% en 2021 y 3,9% en 2022.
Las perspectivas para China también son menos optimistas, con una previsión de crecimiento del 8,1% en 2021 y del 5,1% en 2022 y 2023, mientras que la OCDE predijo anteriormente un 8,5% en 2021 y un 5,8% en 2022.
Por el lado de Latinoamérica, la OCDE prevé para Brasil un crecimiento del 5,0% en 2021, del 1,4% en 2022 y del 2,1% en 2023. En México, en tanto, se espera un crecimiento de +5,9% en 2021, de +3,3% en 2022 y de +2,5% en 2023.
Para la eurozona, la OCDE prevé un crecimiento del 5,2% en 2021, del 4,3% en 2022 y del 2,5% en 2023, frente a las previsiones anteriores del 5,3% en 2021 y del 4,6% en 2022.
