Los chilenos rechazaron este domingo (4), por abrumadora mayoría, la propuesta de una nueva Constitución que pretendía establecer mayores derechos sociales.
Cerca de las 21 horas de ayer, el Servicio Electoral de Chile confirmó la derrota, con el 61,8% de los votantes que optaron por “rechazar” y el 38,1% por “aprobar”. Con esto, la Carta vigente sigue siendo válida desde la época de la dictadura de Augusto Pinochet, que duró de 1973 a 1980.
El texto actual, de 1980, es la base de las políticas encaminadas al liberalismo económico. Él establece que el Estado debe “contribuir a crear las condiciones sociales” para el desarrollo del pueblo, pero no puede participar en ninguna actividad empresarial.
La nueva propuesta mantenía una economía de mercado, pero calificaba a Chile como un “Estado derecho social y democrático”, que debe proporcionar bienes y servicios para garantizar los derechos de los población.
Tras el rechazo, el presidente chileno Gabriel Boric se comprometió a lanzar un proceso acelerado nuevo proceso constituyente. En un discurso televisado ayer, Boric pidió a todos los chilenos “mirar juntos y construir el futuro”.
El dirigente confirmó que convocó a los líderes del Congreso y representantes de la sociedad civil para una reunión hoy en la residencia presidencial de La Moneda. “Cuando actuamos en unidad sacamos lo mejor de nosotros mismos”, dijo Boric.
Estoy comprometido a hacer todo lo posible para construir, junto con el Congreso y la sociedad civil, un nuevo camino constitutivo, dijo el presidente. El pueblo de Chile habló claro y contundente.
Los portavoces de la campaña a favor de la nueva Constitución ya han reconocido la derrota, pero también se comprometió a seguir trabajando en la reforma constitucional, abogando por que la población quiere abandonar el texto actual, heredado de la dictadura.
Larissa Bernardes / Agencia CMA
Traducción: Julieta Marino
