El Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó finalmente el acuerdo con el gobierno argentino para desembolsar US$ 7.500 miilones en agosto, de forma de que cumpla con sus obligaciones de ese mes y se eviten tensiones cambiarias durante las elecciones primarias.
El acuerdo está sujeto a la implementación continua de las acciones de política acordadas y la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna en la segunda quincena de agosto.
La próxima revisión de metas será en noviembre, mes de un posible balotaje entre los dos principales candidatos presidenciales que recauden la mayor cantidad de votos en octubre.
“Desde la finalización de la cuarta revisión el 31 de marzo, la situación económica de Argentina se ha vuelto muy desafiante. Los objetivos clave del programa hasta finales de junio no se cumplieron debido al impacto mayor de lo previsto de la sequía, así como los desvíos y retrasos en las política”, reconoce el organismo.
En ese sentido, el organismo informaron que la tasa de crawl continuará utilizándose para preservar la competitividad y respaldar los objetivos de acumulación de reservas. Además, las autoridades argentinas continuarán asegurando que las tasas de política monetaria se mantengan suficientemente positivas en términos reales.
Por otra parte, la meta de déficit fiscal primario para 2023 se mantiene sin cambios en 1,9% del PIB. El cumplimiento de la meta requiere un mayor endurecimiento de la política fiscal en el segundo semestre de este año, respaldado por una serie de medidas acordadas de ingresos y gastos.
Sobre los ingresos, destacaron los nuevos impuestos al acceso de divisas para bienes y servicios importadores. Por el lado del gasto, pidieron esfuerzos para contener el crecimiento de la masa salarial, actualizar las tarifas de energía para reflejar mejor los cambios en los costos de producción y fortalecer los controles de gasto a través de una asistencia social mejor focalizada y una mayor racionalización de las transferencias corrientes a las provincias y empresas estatales.
Además, las intervenciones en los mercados secundarios de bonos se centrarán en garantizar el funcionamiento normal del mercado, protegiendo al mismo tiempo el balance del banco central.
Finalmente, estudiaron que el paquete de políticas acordado para agosto ayudará a alcanzar el objetivo de acumulación de reservas internacionales netas acumulativas de alrededor de US$ 1.000 millones para fines de 2023 (en comparación con un objetivo de US$8.000 millones en el momento de la cuarta revisión).
