El economista del Partido Colorado Santiago Peña juró esta mañana ante el Congreso Nacional y se convirtió en el 51 presidente de la República del Paraguay, sucediendo a Mario Abdo Benítez.
Quiero ser muy claro, el éxito es lograr que todos los paraguayos estén mejor y que el mundo sea testigo del resurgir de un gigante, expresó en su primer discurso como máximo mandatario del país.
Peña asume con la promesa de seguir siendo el único país de Sudamérica que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán y el desafío de cogobernar la hidroeléctrica de Itaipú junto a Brasil.
En sentido, consideró que con Taiwán son patrias hermanas y que durante su gobierno negociará y seguirá negociando con el mundo sin comprometer la soberanía.
El flamante Presidente aseguró que el Mercosur será un objetivo estratégico de su gestión y que durante la misma buscará contribuir a mejorar el funcionamiento del bloque regional, ante la atenta mirada de los mandatarios miembros.
También hizo énfasis en la importancia de la Hidrovía Paraguay-Paraná -que ha sido tema de conversación estos últimos meses-, al considerar que se convertirá en la forma más competitiva de transportar productos a los puertos del Pacífico.
Peña resaltó la reciente creación del Ministerio de Economía, quien se ocupará de generar 500.000 nuevos empleos de calidad para los paraguayos y adelantó que estos serán en el sector privado.
En cuanto al cuidado ambiental, consideró que el cambio climático es real y que se deben tomar medidas rigurosas en un corto plazo. Adoptaremos un enfoque territorial de políticas públicas para promover un desarrollo equitativo y sostenible, señaló al respecto.
Prometió también impulsar la descentralización de los servicios públicos y acercarlos a las comunidades de todo el país.
Peña ganó las elecciones del 30 de abril pasado con el 42,74% de los votos y le aseguró al Partido Colorado seguir dominando la política paraguaya, así como mayoría de bancas en ambas cámaras del Congreso.
