Ajuste macrofiscal será necesario en Argentina; riesgo de default aumenta para 2024 o 2025

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La calificadora de riesgo Moody’s Investors Service expone que un ajuste macrofiscal en Argentina será inevitable, independientemente de quién gane las elecciones presidenciales, con un Congreso más dividido políticamente que influirá en la capacidad del próximo gobierno de implementar políticas que aborden estos problemas. Las distorsiones económicas aumentan el riesgo de que se produzca un evento de crédito soberano en 2024-2025.

El resultado del balotaje determinará si la economía está preparada para enfrentar un período prolongado de deterioro gradual, ya sea bajo el gobierno de Sergio Massa, que adoptará medidas correctivas menores para evitar la agitación política y social, o el gobierno de Javier Milei, que se verá limitado por desafíos de gobernabilidad que obstaculizarán su ambiciosa agenda de reformas.

“La calidad crediticia de las empresas no financieras empeorará a causa de los problemas económicos. Los controles de capital dificultan el refinanciamiento de la deuda externa, y esto aumenta el riesgo crediticio. A pesar de esta situación, la fortaleza financiera de las empresas argentinas se mantendrá relativamente sólida, con una relación deuda bruta/ebitda muy inferior a la de otras empresas calificadas en Caa. Las amortizaciones de bonos a corto plazo son manejables, pero los riesgos de refinanciamiento aumentarán en 2025, especialmente en el caso de la deuda externa”, exponen desde Moody’s.

La exposición del soberano incrementa el riesgo de los bancos, mientras que la incertidumbre política ejerce presión sobre los depósitos.

Si bien existe el riesgo de que las ganancias no sean suficientes para reponer el capital en términos reales, el capital y la liquidez de los bancos respaldan su calidad crediticia. Los bancos tienen una baja penetración crediticia, una exposición contenida a la deuda pública soberana y un bajo nivel de intermediación de los ahorros en moneda extranjera.

Habrá cambios de tarifas y subsidios en los servicios públicos, el sector energético y los gobiernos regionales. En el caso de las empresas de servicios públicos, existe cierta preocupación en torno a la capacidad de pago de los clientes, lo que dificultará cualquier cambio estructural.

En el sector energético, los subsidios, la intervención del gobierno y la inversión en energías renovables continuarán con un gobierno de Massa. En cuanto a los gobiernos locales y regionales, un gobierno de Milei probablemente les dará más autonomía fiscal a las provincias, pero su capacidad para lograrlo será limitada.