La agencia calificadora de riesgo Moody’s anunció el viernes pasado el mantenimiento de la calificación de incumplimiento de emisor y moneda extranjera (IDR) a largo plazo de Estados Unidos en AAA, la calificación más alta posible. Sin embargo, la perspectiva que antes era “estable” se redujo a “negativa”, lo que refleja la preocupación de la agencia por los crecientes riesgos fiscales en el país.
La decisión de Moody’s llega en un momento de incertidumbre sobre las tasas de interés del país y no se han implementado medidas efectivas de política fiscal para contener el gasto público o aumentar los ingresos, según la agencia. Moody’s advirtió que los déficits fiscales estadounidenses seguirán siendo muy altos, empeorando aún más la situación económica.
La agitación política en Washington también se cita como un factor que contribuye al cambio de perspectiva. “La continua polarización política en el Congreso de Estados Unidos aumenta el riesgo de que las sucesivas administraciones no puedan llegar a un consenso sobre un plan presupuestario”, dijo la agencia.
A pesar de la perspectiva negativa, Moody’s expresa confianza en mantener la calificación AAA, enfatizando la expectativa de que Estados Unidos “mantendrá su fortaleza económica excepcional”. Sin embargo, la agencia advierte de que “otras sorpresas positivas de crecimiento a medio plazo podrían al menos frenar el deterioro de la deuda”.