El banco brasileño de inversión, BTG Pactual, espera un plan de estabilización para la Argentina a mediados de 2024, con una unificación del tipo de cambio después de diluir los pasivos y ajustar los precios relativos. Con una inflación proyectada superior al 30% en diciembre y en enero, esperan que la reducción dependa de la credibilidad fiscal en medio de una menor actividad y de la efectividad del ancla nominal.
El riesgo de las medidas tomadas por el gobierno argentino para alcanzar el déficit cero en 2024, se encuentra en la ejecución, considerando las implicaciones sobre la dinámica de la inflación y la actividad.
Las medidas actuales, sin embargo, habrán proporcionado bases más sólidas, con precios relativos parcialmente ajustados y pasivos remunerados del BCRA diluidos, aunque a un alto costo político. El ancla cambiaria, a pesar del gran ajuste inicial, pronto perderá fuerza. En tanto, el ancla fiscal será una herramienta débil para anclar las expectativas.
“La actividad sufrirá las consecuencias del ajuste de los precios relativos y el ajuste fiscal del 5% del PIB, y esperamos una contracción de alrededor del 2%. La inflación se disparará hasta alrededor del 30% mensual en diciembre y del 35% mensual en enero, desencadenando demandas generalizadas de ajustes salariales, con un débil ancla nominal para 2024”, informan desde BTG.
La expansión monetaria se reducirá a las compras de deuda en pesos argentinos, compras de divisas y Leliq/Repo, siendo la primera fuente probablemente limitada, buscando revertir la credibilidad fiscal.
Las compras de divisas deberían ser inicialmente expansivas, ya que el dólar oficial inicial permite una acumulación de reservas, pero pronto serán neutrales, a medida que las importaciones reprimidas se recuperen y el ancla cambiaria pierda fuerza bajo una moneda más fuerte.