El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el gobierno argentino llegaron a un acuerdo sobre la octava revisión en virtud del Acuerdo Stand-By, que daría acceso a desembolsos por más de US$ 800 millones.
El organismo reconoce que “se cumplieron todos los criterios de desempeño con margen, se alcanzaron entendimientos sobre políticas para seguir reduciendo la inflación, reconstruir los colchones externos, apoyar la recuperación y mantener el programa firmemente encaminado”.
“En la transición hacia un nuevo régimen monetario (involucrando competencia de monedas), la política monetaria evolucionará para continuar anclando las expectativas de inflación y la política cambiaria se volverá más flexible, mientras que las restricciones y controles cambiarios continúan siendo aliviados según lo permitan las condiciones”, exponen.
El FMI destaca la situación económica desafiante heredada y los resultados positivos como el primer superávit fiscal trimestral en 16 años, la disminución de la inflación y la estabilización de las reservas internacionales.
El objetivo de lograr un equilibrio fiscal general sin financiamiento neto del banco central permanece inalterado y se esperan reformas y desregulaciones a nivel microeconómico “cuidadosamente secuenciadas” para respaldar la recuperación económica proyectada, así como para desbloquear cuellos de botella para la productividad, la inversión privada y el empleo formal.
“El personal del FMI agradece a las autoridades argentinas, lideradas por el Ministro Caputo y el Presidente del Banco Central Bausili, por su continua participación constructiva, así como por su fuerte compromiso y propiedad para restaurar la estabilidad económica y sentar las bases para una economía liderada por el sector privado más sostenible y vigorosa que beneficie a todos los argentinos”, concluye el documento.
