En su primer informe ante el Senado, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, presentó algunas proyecciones macroeconómicas para este año. Así, indicó que el Producto Bruto Interno (PBI) tendrá una caída del 3,5% en 2024. Además, se espera que el tipo de cambio nominal alcance los $1.016 (58% i.a.) y la inflación termine en un 139,7% para diciembre.
Posse también mencionó que los datos oficiales disponibles hasta febrero muestran una caída interanual del 3,2% en la actividad económica. En abril, la inflación interanual alcanzó el 289,4%, aunque se espera una desaceleración en los próximos meses.
Luego, afirmó que la administración pública nacional tuvo una deuda en el primer trimestre de US$ 90.000 millones de deuda acumulada, US$ 50.000 millones de deuda con importadores y de US$ 12.000 millones de dólares de déficit de caja del Banco Central sin financiamiento.
Va a haber obras que se van a rescindir, otras que están en conversación para transferirse a las jurisdicciones provinciales o municipales. Y el resto se encuentra en un proceso de reinicio o de neutralización, afirmó.
Luego, resaltó el rápido avance hacia el déficit cero y la disminución de la inflación, que pasó del 25,5% en diciembre a 8,8% en abril. Luego, subrayó el superávit fiscal alcanzado, así como la reducción del riesgo país y el evitar un default de importadores por US$ 50.000 millones de dólares.
Evitamos, como dijo el presidente, una crisis que probablemente hubiese sido la peor de la historia, ya que combinaba lo peor del Rodrigazo; lo peor de la inflación de 1989, y lo peor de la crisis de los años 2001 y 2002 Con un adicional: los niveles de pobreza que tiene hoy la Argentina no existía en esos tiempos, admitió el jefe de Gabinete.
Posse enfatizó la necesidad de reconstruir la credibilidad de Argentina, tanto a nivel nacional como internacional, para impulsar el desarrollo económico.