Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) calcula que los gastos corrientes y de capital para la Administración Pública Nacional (APN) en 2025 no podrán superar $108,6 billones, sin considerar las transferencias hacia el resto del Sector Público Nacional (SPN)
El Presupuesto 2025 deberá tener resultado financiero equilibrado o superavitario para el Sector Público Nacional (SPN). Frente a cualquier desvío en los ingresos proyectados que afecte negativamente el equilibrio financiero, los gastos no sujetos a un monto de ejecución mínimo previsto legalmente deberán, como mínimo, recortarse en la misma proporción.
El proyecto de Ley de Presupuesto 2025 estima ingresos de $115,2 billones (15,1% del PIB) y gastos de $117,6 billones (15,4% del PIB), resultando en un déficit financiero de -$2,3 billones (-0,3% del PIB). Se introduce una nueva regla fiscal que obliga a compensar cualquier recorte de ingresos con una reducción proporcional en gastos no sujetos a mínimos legales.
Además, se prevé un superávit de $0,19 billones para el Sector Público Nacional y de $6,2 billones para la Administración Pública Nacional, excluyendo transferencias y contribuciones.
El PBI caerá 3,8% en 2024, pero se espera un crecimiento del 5% en 2025, impulsado por exportaciones, consumo privado e inversión. La inflación proyectada es del 1,41% mensual, con un IPC anual del 18,3%.
La presión tributaria aumentará 0,55 puntos porcentuales respecto a 2024. Aunque caen los ingresos por Bienes Personales, IVA e Impuesto PAIS, aumentan los relacionados con Ganancias, comercio exterior y seguridad social. Los gastos sociales y salariales impulsan el crecimiento del gasto, mientras que los subsidios económicos caen 40,2%.
