El comité de crisis permanente del Gobierno argentino que se conformó para monitorear la bajante histórica del
Río Paraná anunció la creación de un Fondo de Emergencia Hídrica de $1.000 millones, para la asistencia de las provincias y localidades afectadas.
La mesa de trabajo, conducida por el jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Santiago Cafiero, le asignó al Sistema Nacional de Gestión Integral del Riesgo (SINAGIR), centralizar la información técnica oficial, la
realización de un análisis integral de la situación y el monitoreo en forma permanente de todos los aspectos que derivan de esta bajante a través del Sistema Nacional de Alerta Temprana y Monitoreo de Emergencias (SINAME).
Los recursos del fondo serán para las provincias afectadas como Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y Misiones y se destinará a trabajos en las tomas de agua sobre el río Paraná y arroyos
interiores; la adquisición de bombas y dragados para tomas de agua, adecuación de canales, cañerías de conducción y aducción e impulso, y pontones para tomas temporarias, cuyo relevamiento está haciendo la Prefectura Naval
Argentina.
La bajante actual del Paraná es la más importante que está ocurriendo en el país en los últimos 77 años. El déficit de precipitaciones en las cuencas brasileñas del río Paraná y del río Iguazú, y la sequía son factores
determinantes. Desde 2019 las precipitaciones en la cuenca han estado por debajo de las medias mensuales de los últimos 10 años.