El Consejo Federal de Salud (COFESA), integrado por las carteras sanitarias de las provincias argentinas, informó que se diferirán hasta la 12 semana las segundas dosis de todas las vacunas. El plan de postergación se genera para alcanzar a la mayor cantidad de personas posible, previo a la llegada de las vacunas Sinopharm, Covax y Sputnik V.
Después de los 3 meses de la primera dosis, se sugiere la aplicación de la segunda dosis en forma escalonada priorizando de manera secuencial la población de mayor riesgo de enfermedad grave (mayores de 60 y personas entre 18 y 59 años con factores de riesgo) para completar esquema.
En aquellas personas con diagnóstico confirmado de COVID-19, se propone postergar la aplicación de la primera y/o la segunda dosis de la vacuna entre tres y seis meses después del alta clínica.
Además, dada la situación del personal de salud, incluyendo quienes están licenciados, se recomienda completar esquemas con intervalo convencional, en aquellos que realicen actividad asistencial y con alta exposición al riesgo o que manipulen muestras clínicas.
La finalidad de esta estrategia persigue vacunar a más personas con la primera dosis y de esta manera favorecer el acceso al proporcionar una protección adecuada al mayor número de personas lo más pronto posible distribuyendo un insumo crítico entre quienes presentan más riesgo de complicaciones y muerte por el COVID-19.
El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza, señaló que si continúa el flujo de vacunaciones, para agosto se podría estimar que “el 50% de la población objetivo esté vacunada, que serían los adultos mayores y el personal de riesgo”. “En el escenario actual si fuera con una sola dosis sería posible”, insistió en diálogo con El Destape Radio.
Salvarezza, afirmó que “es una medida razonable” postergar la aplicación de la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus, tomando en cuenta la escasez de esa medicación a nivel mundial. “Dar la primera dosis a más personas es una medida razonable en el escenario actual que hay en la producción de vacunas”, afirmó.
En este sentido, indicó que hasta ahora fueron aplicadas “casi 2,9 millones” del primer componente de dosis, lo que representa “aproximadamente el 10% de la población objetivo”.
Además, el ministro se refirió al desarrollo argentino de una vacuna contra el virus SARS CoV-2 y contó que hay un proyecto del INTA y otro de la Universidad del Litoral, que ya tienen estructurados los fondos necesarios con el objetivo de tener una vacuna “en, al menos, un año y medio”.