El ministro de Salud de Brasil, Henrique Mandetta, alejó ayer los rumores sobre la posibilidad de ser despedido del cargo, indicando que llegó a un consenso con el presidente Jair Bolsonaro sobre cómo proceder en el combate a la pandemia de COVID-19 (coronavirus).
“Seguiremos porque siguiendo vamos a enfrentar nuestro enemigo. Tiene nombre y apellido: es COVID-19. El médico no abandona paciente. No voy a abandonar”, afirmó el ministro durante declaraciones. “La única cosa que estamos pidiendo es que tengamos el mejor ambiente para trabajar acá en el Ministerio de Salud”, agregó.
Además, el funcionario afirmó que la reunión que mantuvo con Bolsonaro y otros ministros ayer “fue muy productiva, muy buena. Creo el gobierno se reposiciona en el sentido de tener más unión”.
A pesar del discurso conciliador, Mandetta dejó claro que las declaraciones hechas por Bolsonaro, contrariando las recomendaciones hechas por el ministerio e indicando que podría cambiar el mando de la cartera estaban desestabilizando el equipo e impidiendo las medidas de combate al COVID-19.
El ministro también afirmó que el número de casos de la enfermedad en Brasil está en lo esperado, pero reconoció que existe dificultad para hacer el testeo de coronavirus. Él destacó que su posición sobre el uso de cloroquina para combatir el virus es que aún no hay estudios comprobando la eficacia del medicamento en estos casos.
Sin embargo, Bolsonaro es un entusiasta del uso de la substancia, y ha defendido públicamente en su cuenta de Twitter, republicando una noticia de que un estudio con médicos apuntó el medicamento como eficaz para el tratamiento
de la enfermedad.
Gustavo Nicoletta / Agência CMA
Traducción: Rafaela Aguiar
