El canciller argentino Felipe Solá, en uso de la presidencia pro-témpore del Mercosur, convocó a los ministros de Relaciones Exteriores de los países integrantes para el 22 de abril próximo, con intenciones de sellar un acuerdo con la Unión Europea y para flexibilizar las condiciones de comercio de los Estados miembros.
La reunión tendrá presente el reclamo de Brasil por la modificación del Arancel Externo Común (AEC), la barrera arancelaria que todos los países del bloque adoptan ante mercados extranjeros, y las declaraciones del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, de flexibilizar las condiciones de comercio.
El acuerdo con la Unión Europea, firmado en junio de 2019, es una negociación de libre comercio que se discute desde hace dos décadas pero está pendiente de aprobaciones parlamentarias tanto en algunos países europeos como en los sudamericanos.
El encuentro virtual de los presidentes de los estados miembros por el 30 aniversario de la creación del Mercosur evidenció diferencias respecto a la política comercial del bloque, a partir del reclamo de Brasil, Uruguay y Paraguay para que los Estados socios pueda entablar acuerdos comerciales directos con otros países o bloques del mundo.
Sobre ese punto, Lacalle Pou sostuvo que su Gobierno “no está conforme” con las condiciones actuales y que genera “frustración” la imposibilidad de avanzar en acuerdos extrarregionales, al considerar que esos límites son un “lastre” y un “corsé” para el desarrollo.
Esas definiciones motivaron la respuesta de Alberto Fernández, que sostuvo que el Mercosur no debe ser una “carga ni un lastre para nadie” e invitó a quienes puedan sentirse disconformes a “tomar otro barco”.