El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que la República Argentina presenta altos riesgos de cumplir con el acuerdo de reestructuración de deuda y las metas fiscales programadas, a partir de la alta inflación derivada por la suba internacional de commodities y la crisis política y social dentro de la coalición gobernante.
En un extenso documento al que accedió el diario Clarín, el FMI reporta que la economía frágil y la situación social de Argentina ponen en riesgo el cumplimiento de los números proyectados para reestructurar la deuda externa por US$ 45.000 millones, en la previa de la primera revisión técnica en mayo y de las elecciones presidenciales en 2023.
“La capacidad de Argentina para pagar sus obligaciones con el Fondo está sujeta a riesgos muy altos y depende de manera crítica de una fuerte implementación de políticas”, advierte el documento, pero aconseja que depende del incremento de las reservas internacionales y de la reanudación del acceso al mercado de cambios.
Por otra parte, evalúa riesgos específicamente para las empresas, con una caída en la confianza del programa e impactos negativos en la balanza financiera y crediticia. “En este contexto y dados los grandes reembolsos al Fondo durante 2022-23 junto con los altos riesgos de implementación y del programa mencionados anteriormente, el riesgo de atrasos en el pago del Fondo no es insignificante”, indican.
Otro dato a tener en cuenta es que evalúan que la inflación se siente presionada a partir de baja credibilidad bancaria, expectativas desancladas y desajustes de precios. “Las proyecciones están sujetas a incertidumbres, provocadas por el aumento internacional de precios de alimentos y de energía”.
También, las autoridades del organismo estiman que el desarrollo del mercado local será esencial para lograr estabilidad y celebran el modelo del “crawling peg” implementado por el Banco Central (BCRA) para devaluar la moneda local y lograr competitividad con el tipo de cambio real, acelerado en los últimos meses.
En tanto, en un párrafo en especial, el FMI denuncia que Argentina posee un sistema de gastos de pensiones y jubilaciones que representan el 40% de todo el gasto primario federal y el 12% del gasto provincial, muy por encima del promedio de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y que el sistema provisional paga haberes más caros a los salarios.