El Fondo Monetario Internacional (FMI) espera para la Argentina en 2023 una caída de 2,3% del PBI, una inflación anual de 120%, una mejora gradual de la balanza comercial gracias al primer tramo del Gasoducto y un aumento de reservas de US$ 8.000 millones entre agosto y diciembre.
“El programa se ha desviado, lo que refleja la sequía histórica junto con desvíos y retrasos en las políticas. Los criterios de desempeño (PC) de finales de junio para la acumulación de reservas internacionales netas (RIN), el saldo fiscal primario y el financiamiento monetario del déficit fiscal no se cumplieron por amplios márgenes”, expone el Staff Report publicado luego del acuerdo que habilitó el desembolso por US$ 7.500 millones.
Luego, el organismo reconoce que los objetivos de reducir la inflación y reconstruir las reservas siguen siendo difíciles de alcanzar, con desequilibrios que han aumentado en el contexto de shocks externos y una débil implementación de políticas.
“En el futuro, la tasa de reducción se calibrará para respaldar la acumulación de reservas, mientras que las tasas de interés oficiales se mantendrán positivas en términos reales para respaldar la demanda de pesos y abordar la alta inflación”, estiman.
El objetivo de déficit fiscal primario para 2023 se mantiene sin cambios en 1,9% del PIB, en consonancia con un endurecimiento de la postura fiscal durante el resto de este año.