En medio del juicio político en su contra, el presidente Guillermo Lasso disolvió por decreto la Asamblea Nacional ante una grave crisis política y conmoción interna y llamó a elecciones anticipadas en Ecuador.
Lasso dio por terminadas las sesiones para las cuales fueron designados las y los asambleístas y notificó al Consejo Nacional Electoral para que, en un plazo no mayor a siete días, convoque a elecciones.
“El Ecuador tiene la necesidad de un nuevo pacto político y social, que le permita salir de la grave crisis política en la que se encuentra y que, lamentablemente, cada día se profundiza”, expresó el mandatario en sus redes sociales.
El decreto entró en vigencia de forma inmediata y Lasso deberá gobernar bajo decretos ley, los cuales deben pasar por el control de la Corte Constitucional, hasta que se desarrollen las próximas elecciones.
Según la Constitución del país, el Presidente podrá invocar el recurso siempre y cuando “a su juicio, la Asamblea Nacional se hubiera arrogado funciones que no le competan constitucionalmente, previo dictamen favorable de la Corte Constitucional; o si de forma reiterada e injustificada obstruye la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo, o por grave crisis política y conmoción interna”. Lasso le adjudicó el decreto a esta última.
Con la disolución del Parlamento, podrá gobernar hasta por seis meses por decreto con el control de la Corte.
Por su parte, el expresidente y opositor Rafael Correa, cuya coalición fomentó el juicio político contra Lasso, aseguró que lo que está haciendo es “ilegal” y que “no hay ninguna conmoción interna”.
“En todo caso, es la GRAN oportunidad para librarnos de Lasso, de su Gobierno y de sus asambleístas de alquiler, y recuperar la Patria”, lanzó de cara al llamado a elecciones anticipado.
