El banco brasileño de inversión, BTG Pactual, proyecta que el gobierno argentino acudirá al Fondo Monetario Internacional (FMI) luego de que finalice el programa actual de desembolsos en septiembre, con el objetivo de iniciar el camino de la dolarización bajo un financiamiento externo por US$ 6.000 millones.
Este financiamiento, según BTG, sería necesario para respaldar la base monetaria y parte de las cuentas a la vista en pesos argentinos. “Pronosticamos que se pueden acumular US$ 17.000 millones en reservas bajo una moneda más débil este año, pero acumular suficientes reservas para respaldar la base monetaria y parte de las cuentas a la vista requeriría acumular al menos US$ 22.000 millones”, estudian.
Por otra parte, los analistas consideran que la administración actual buscará obtener financiamiento en un escenario donde las pasivos del BCRA hayan sido diluidos, los precios relativos hayan sido ajustados y la consolidación fiscal esté en marcha.
Si se cumplen los criterios del FMI y con un tipo de cambio flotante, el banco considera la posiblidad de que lleguen nuevos fondos, ya que tanto el Tesoro de Estados Unidos como el FMI parecen dispuestos a colaborar con el país.
Desde BTG, proyectan que las importaciones argentinas deberán permanecer contenidas bajo una moneda débil, tras la devaluación de diciembre y una probable devaluación en abril ante flotamiento restringido.
“Estimamos que se pueden acumular casi US$ 17.000 millones en reservas en 2024. La cosecha sería excelente. Sin embargo, el acceso a divisas de los importadores, que en la mayoría de los casos tienen bonos o depósitos atados al dólar, provocaría una mayor presión sobre la moneda”, concluyen.
