Sin nuevas fuentes de ingresos estructurales, Colombia podría enfrentar una rebaja en su calificación crediticia, aumentando los costos de financiamiento. A esta conclusión llega un informe de Itaú Research.
El gobierno de Petro presentó un proyecto de ley que busca aumentar los ingresos fiscales en un 0,7% del PIB en 2025, cayendo a 0,03% para 2030.
La iniciativa se enfoca en tres componentes: reactivación económica, medidas ambientales y modificaciones a la regla fiscal. “El mercado es escéptico, ya que la consolidación fiscal se retrasa nuevamente, con gran parte de los ingresos esperados provenientes de ajustes a la regla fiscal y mejoras en la eficiencia tributaria”, exponen desde Itaú.
El primer componente propone eliminar el sistema tributario simplificado y reducir gradualmente el impuesto corporativo, aumentando a la vez el impuesto mínimo. Además, se amplía la base del impuesto sobre el patrimonio y se incrementa el impuesto sobre ganancias ocasionales.
En cuanto a las medidas ambientales, se introduce un mayor impuesto al carbono y bonos de transición energética para incentivar inversiones en energías renovables. Se espera que ambos componentes generen un crecimiento económico modesto en 2025, aunque con un costo fiscal significativo para 2030.
El tercer componente busca ajustar la transición de la regla fiscal, permitiendo mayor flexibilidad en el gasto público a corto plazo. También propone excluir las inversiones verdes del cálculo del déficit fiscal permitido, lo que aumentaría el déficit proyectado para 2025 y generaría más deuda.