El presidente de Argentina, Javier Milei, aseguró que no existe un Plan B en el caso de que el Congreso no apruebe su paquete de reformas y ratificó su deseo de dolarizar la economía argentina. En entrevista con el Wall Street Journal, Milei advirtió sobre la posibilidad de que las medidas de ajuste generen protestas sociales, pero mencionó que no lo detendrán. “Si las considerara un impedimento, no tendría sentido para mí intervenir para implementar los cambios”, afirmó.
El presidente se mostró optimista respecto a las primeras semanas de su mandato y manifestó que la población comprende que el proceso de cambio puede extenderse por dos años, pero mencionó la reducción de la inflación como uno de los logros alcanzados.
Consultado por su proyecto de dolarización, destacó que en su primer mes de gobierno se compraron US$ 5.000 millones y la base monetaria llegó a US$ 8.000 millones, de forma de que si se limpiaran todos los pasivos remunerados del Banco Central, estarían las condiciones de dolarizar por muy poco dinero.
Del lado internacional, dijo que buscará una “relación adulta” con el Reino Unido, en busca de reabrir las conversaciones sobre la soberanía en las Islas Malvinas.
En la misma línea, sostuvo la diferencia sobre la identidad de las islas que mantiene el país el Gobierno británico, “no imposibilita que podamos tener un conjunto de relaciones comerciales adultas”.
Durante la entrevista que brindó a los periodistas Ryan Dubé y Emma Tucker, contó además que buscará tomar como ejemplo el Caso Hong Kong, negociación que le permitió a China recuperar el territorio que había sido ocupado por el Reino Unido desde 1841.
Por último, consultado sobre su apoyo a Israel en conflicto con el grupo Hamas, el mandatario respondió con una posición clara al respeto. “Consideramos que Israel tiene derecho en términos de legitima defensa”, afirmó al tiempo que descartó la posibilidad inmediata de convertirse al judaísmo, ante la exigencia de cumpir el Sabbat que interrumpen sus tareas como presidente.