El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, descartó una nueva suba de retenciones agrícolas en los próximos dos años, al contrario de la solicitud de funcionarios del gobierno nacional que piden esta medida para combatir la alta inflación local.
El ministro recorrió un centro tecnológico en Buenos Aires, donde resaltó que como país proveedor de proteína y de alimentos, “Argentina debe seguir hacia un proceso de certificación y de buenas prácticas agrícolas que acredite la trazabilidad de su producción porque los mercados cada vez son más exigentes en la demanda de saber el lugar de origen, el lugar dónde se produce y cómo se produce”.
Consultado sobre una posible suba de retenciones, manifestó que “hay que dejar al productor fuera de estas discusiones que lo único que generan es incertidumbre. El productor argentino no es formador de precios. Pregúntenle al ministro de Economía (Martín Guzmán); no es un tema mío”.
Por otra parte, agregó que se abrió un cupo de exportación de 10 millones de toneladas de trigo de la próxima campaña para generar certidumbre y que los productores argentinos siembren este cultivo.
El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, aseguró que el aumento de las retenciones a la harina y aceite de soja no alcanza para bajar la inflación, así como tampoco el fideicomiso del trigo, por lo que propuso derechos de exportación “móviles”.
El gobierno argentino aumentó las retenciones de harina y aceite de soja del 31% al 33% y el 1% al biodiésel hasta el 31 de diciembre con el objetivo de controlar la suba de precios.