Moody’s Investors Service cambió la perspectiva de la calificación crediticia del Gobierno del Perú a negativa, desde estable, y afirmó su calificación de Baa1.
La calificadora observa que los riesgos sociales y políticos se han intensificado y amenazan, en los próximos años, con un deterioro de la cohesión institucional, la gobernabilidad, la efectividad de las políticas y la fortaleza económica a través de los sucesivos gobiernos.
Por otra parte, la calidad crediticia soberana sigue anclada en la solidez del balance del gobierno y existe expectativa de Moody’s de que las instituciones y políticas generales de Perú demostrarán ser efectivas para contener la erosión de la solidez fiscal y económica, a pesar de las presiones provenientes del entorno sociopolítico.
Por último, concluyen que la falta de una brecha entre el techo de moneda extranjera y el techo de moneda local refeja la ausencia de restricciones de balanza de pagos, controles de capital, controles de tipo de cambio y restricciones en moneda extranjera o local.