América Latina se dirige hacia un 2024 más estable después de que los incumplimientos de los emisores corporativos alcanzaron un máximo del 1,6% en 2023, informa la calificadora de riesgo S&P Global Ratings.
Se espera un crecimiento modesto en la mayoría de las principales economías de la región este año, y aunque las elecciones pueden generar cierta volatilidad, no se anticipa un cambio importante en las tendencias actuales.
El acceso al mercado se ampliará en 2024 gracias a tasas de interés más bajas y fundamentos favorables, especialmente para empresas en grado de inversión y grado especulativo con perfiles sólidos.
Se prevé una mayor inversión por parte de las empresas en 2024, ya que los gastos por intereses disminuyen y el flujo de efectivo libre mejora. Aunque existen riesgos en sectores como el comercio minorista, las telecomunicaciones, los metales, las proteínas y las aerolíneas, las condiciones generales se mantienen estables.
Las tendencias crediticias son relativamente estables para las entidades corporativas y de infraestructura de América Latina, respaldadas por un apalancamiento razonable, retornos de activos adecuados y mercados locales en crecimiento.
Sin embargo, persisten riesgos como tasas de interés aún altas, un gasto moderado de los consumidores, inflación superior al promedio y una creciente competencia en las importaciones, junto con la imprevisibilidad de las políticas públicas.
Los volúmenes de vencimiento de deuda en 2024 son bajos, lo que permitirá a las empresas utilizar los ingresos para financiar el crecimiento y refinanciar pasivos a mediano plazo. La fortaleza de los mercados locales sigue siendo un factor crediticio importante en Brasil, México, Chile y Argentina.
