La Organización para Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) ajustó su proyección de crecimiento económico para la Argentina a 3,6% en 2022 y a 1,9% en 2023. De acuerdo con el reporte, un acuerdo reciente con los acreedores externos reducirá la incertidumbre política y ayudará a reducir los problemas de larga data graduando los desequilibrios macroeconómicos.
Según el reporte, la alta inflación del país además de los controles de divisas, el descenso
de las reservas internacionales y el espacio fiscal limitado mantienen los riesgos elevados, lo que pesará sobre la inversión en 2022 y 2023.
El reciente acuerdo con el Fondo Monetario Internacional ha reducido la incertidumbre sobre políticas macroeconómicas en el corto plaz. Se espera que el déficit fiscal general disminuya en un 0,5% del PIB en 2022, como parte de una consolidación general del 2,1% del PIB durante 2022-24. Las transferencias del banco central al Tesoro se prevé que disminuya un 2,7% del PIB en 2022, reduciendo una fuente clave de presiones inflacionarias, sostiene la OCDE.
Además, se indicó que la alta inflación pesa mucho sobre el consumo y la inversión, y una
escalada de la inflación es un riesgo clave dado que las expectativas carecen de un ancla nominal. El consumo privado seguirá siendo moderado durante 2022, antes de acelerarse en 2023 a medida que la confianza en el programa de estabilización macroeconómica mejora. Es probable que lainversión siga siendo débil en ambos años mientras el contexto macroeconómico sigue siendo frágil, sostuvo el reporte.
