São Paulo – La segunda ola de casos del nuevo coronavirus y la intensificación de las medidas restrictivas amenazan las perspectivas económicas en la eurozona, y la recuperación está perdiendo fuerza en la región, según la presidente del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, durante conferencia de prensa.
“El resurgimiento de las infecciones por el nuevo coronavirus presenta nuevos desafíos a la salud pública y a las perspectivas de crecimiento de la eurozona y de las economías globales”, afirmó ella durante la conferencia de prensa tras el BCE mantener su política monetaria inalterada.
Según Lagarde, los datos indican que “la recuperación económica de la eurozona está perdiendo impulso más rápidamente que lo esperado”, después de una fuerte recuperación, aunque desigual, en mediados del año. En el tercer trimestre, la recuperación de la economía debe responder por alrededor de la mitad de la contracción en el primer semestre del año, según ella.
Por otro lado, “el aumento de los casos de covid-19 y la consecuente intensificación de las medidas de contención pesan sobre la actividad, constituyendo un claro deterioro de las perspectivas a corto plazo”. Lagarde destacó que datos apuntan para “una desaceleración significativa de la actividad económica en el último trimestre del año”.
Además, la evolución económica sigue desigual entre los sectores. “En particular, la actividad en el sector de servicios volvió a ablandar, ya que es el sector más afectado por las nuevas restricciones”, mientras el sector industrial sigue su camino de recuperación.
INFLACIÓN
Con relación a los precios, Lagarde afirmó que “la tasa de inflación global deberá permanecer negativa hasta el inicio de 2021”, con base en la dinámica del precio del petróleo y teniendo en cuenta la reducción temporaria del impuesto sobre valor agregado (IVA) alemán.
Además, ella destacó que las presiones sobre los precios a corto plazo permanecerán moderadas reflejando la demanda débil, en especial en los sectores relacionados al turismo y a los viajes, “así como la reducción de las presiones salariales y la apreciación de la tasa de cambio del euro”.
“Con la disminución del impacto de la pandemia, la recuperación de la demanda, apoyada por políticas fiscales y monetaria acomodaticias, presionará la inflación a mediano plazo”, explicó ella, agregando que las expectativas de inflación a largo plazo permanecen en niveles bajos.
MEDIDAS FISCALES
Por fin, Lagarde sostuvo que “una orientación fiscal ambiciosa y coordinada sigue siendo crítica”, llevando en cuenta la fuerte contracción de la economía de la eurozona y la reducción de la demanda. Las medidas fiscales deben ser direccionadas y temporarias, según ella.
La presidente del BCE también destacó la importancia de reformas estructurales para una recuperación más rápido, fuerte y uniforme de la pandemia, que es posible por el paquete de estímulos de la Unión Europea (UE), llamado de “Próxima Generación de la UE”.
Cristiana Euclydes / Agência CMA
Traducción: Rafaela Aguiar