Tribunales internacionales decretaron esta semana dos embargos contra la Argentina que suman un total de US$ 535 millones en fondos depositados como garantía por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Por un lado, bonistas que habían demandado al país por el pago del cupón PBI en Londres lograron ejecutar el pasado miércoles una garantía de US$ 325 millones que el país había dejado para poder apelar el fallo en contra.
Y este viernes, una jueza de Nueva York habilitó otro embargo por US$ 210 millones para que fondos buitre que no ingresaron en los canjes que hubo desde entonces se cobren parte de sus deudas por el default de 2001.
Dichos fondos argentinos se encontraban depositados en una cuenta que el BCRA tiene en la Reserva Federal de Estados Unidos -banco central del país- y que se utilizaron para garantizar el pago de los bonos Brady.