Xi Jinping ha consolidado su estatus como el mandatario más fuerte de China desde Mao Zedong al extender su mandato como jefe del Partido Comunista por una segunda década y se niegan a plantear un claro sucesor potencial. La información es de agencia de noticias “Dow Jones”.
Xi emergió primero cuando el nuevo liderazgo de siete hombres de China avanzó en un estrado de alfombra roja dentro del Gran Salón del Pueblo en Beijing el domingo después de un cónclave a puerta cerrada de alrededor de 370 altos funcionarios que finalizaron la membresía del cuerpo principal decisión del partido.
La formación del nuevo Comité Permanente del Politburó, el santuario interior del poder en China, estaba completamente dominado por los aliados y protegidos de Xi, aunque ninguno de ellos con la combinación de edad y experiencia que los señalaría como un sucesor viable.
Xi, de 69 años, recibió un tercer mandato de cinco años como secretario general del partido. A pesar de que el partido no establece límites de mandato en su principal cargo político, Xi está rompiendo con el ciclo de liderazgo de 10 años establecido por su predecesor, quien cumplió dos mandatos como jefe de partido.
Al extender su gobierno sin heredero aparente, Xi destruyó efectivamente los esfuerzos de décadas del partido para asegurar la sucesión regular del liderazgo y evitar el regreso a la dictadura al estilo de Mao. Desde que asumió el poder en 2012, Xi ha revertido la adopción del partido de liderazgo colectivo, autoridad de toma de decisiones concentrada en sus propias manos y descartó los límites constitucionales al mandato presidencial.
Estos juegos de poder también han dejado de lado a las autoridades que alguna vez fueron vistas como abanderadas de políticas relativamente pluralistas y orientadas al mercado, dejando a China firmemente en el garras de Xi y sus partidarios, que abogan por una sociedad más igualitaria, una dirigida por el estado y un poder musculoso.
En sus primeras declaraciones tras asumir su tercer mandato, Xi reiteró su agenda en líneas generales -incluidas las demandas de que su partido persista en la “auto revolución”, reoriente la economía hacia un “desarrollo de alta calidad” y garantizar que China afirme liderazgo positivo en asuntos globales.
“El viaje por delante es largo y arduo, pero con pasos decididos, llegaremos a nuestro destino”, dijo Xi en una conferencia de prensa, acompañado de sus principales lugartenientes. “Debemos permanecer en alerta máxima y permanecer sobrios y prudentes”.
“Creo que Xi ha dejado clara la dirección general”, dijo Joseph Fewsmith, profesor de Boston, experto en política china. “Seguridad sobre crecimiento económico. Esto es un cambio notable e insinúa cuán nervioso está Xi sobre el futuro del [Partido Comunista Chino]”.
El secretario del partido de Shanghái, Li Qiang, que se ha convertido en blanco de la indignación pública por debido a un bloqueo de Covid en la ciudad a principios de este año, salió a la cámara como el número 2 en la nueva ventaja. Personas cercanas a la dirigencia dijeron que podríaconverti rse en el primer ministro de China la próxima primavera, informó anteriormente el Wall Street Journal. El primer ministro interino Li Keqiang debe renunciar la próxima primavera según las reglas disposiciones constitucionales que lo limitan a cumplir dos mandatos de cinco años.
El resultado reforzó el estatus de Xi como líder supremo a pesar del resentimiento público por sus políticas Covid de tolerancia cero y la gestión de la economía lenta de China. La falta de uno sucesor claro también sugiere que Xi puede tratar de extender su gobierno más allá de su tercer mandato finalizando en 2027.
Xi está destinado a convertirse en el tercer titular con más años de servicio en el principal
cargo político del partido. Solo superado por Mao Zedong, quien fue presidente del partido durante más de tres décadas, y Jiang Zemin, quien se desempeñó como secretario general durante 13 años durante dos mandatos y medio y permaneció presidente de la Comisión Militar Central del partido durante unos dos años. más años. Deng Xiaoping, Líder supremo de China desde fines de la década de 1970 hasta su muerte en 1997, nunca ocupó el cargo de líder del partido.
Xi también está listo para asumir un tercer mandato como jefe de Estado de China en la próxima primavera. Lo hizo posible en 2018, cuando derogó los límites constitucionales que impidió que el presidente cumpliera más de dos mandatos consecutivos de cinco años. La presidencia es una oficina en gran parte ceremonial, con la autoridad de Xi derivada principalmente de su como secretario general y presidente de la comisión militar.
Seis hombres siguieron a Xi cuando apareció ante la cámara en orden de posición, según imágenes transmitidas en vivo por la televisión estatal. La mayoría de los miembros de este vértice del poder comunista son funcionarios promovidos por Xi o tienen vínculos con cerrar con él. Xi ha acumulado su poder durante la última década a través de una campaña anticorrupción que purgó a los opositores y recompensó a los partidarios.
Vanessa Zampronho / Agência CMA
Traducción: Irina Fernández / Agencia CMA Latam
